Después del sismo del 19 de septiembre en la Ciudad de México muy pocos voltearon al oriente. Mientras las noticias llenaron los titulares de muestras de solidaridad y rescates entre los escombros de edificios en el centro de la urbe, en delegaciones como Tláhuac, Iztapalapa y Xochimilco miles de fugas y un sistema hidráulico deteriorado e insuficiente volvieron a dejar al descubierto la desigualdad en el acceso al agua.
“Otra vez nos quedamos sin agua”, se escuchaba decir a los vecinos de la colonia Del Mar, en Tláhuac, quienes arrastraban tambos en las calles esperando a que la pipa pasara para llenarlos. “Sólo vienen una vez en la tarde y a veces en la madrugada” dijo María Estela, “esta pipa la trae Mancera, porque la delegada anda pidiendo las credenciales de elector, junta votos para su sobrina a cambio de agua”.
Estas historias de corrupción y negligencia no son novedad para los habitantes de la zona. Tampoco las escenas que se vivieron en las calles después del sismo.
La falta de agua genera un ambiente tenso
En algunos sitios en Tláhuac e Iztapalapa se reportaron secuestros de pipas a punta de pistola(1) y venta del líquido que contenían a pesar de ser gratuito(2), además hubo alarma de manera particular ya que se involucró a niños para detener las pipas(3). En Xochimilco, al mismo tiempo que los pobladores de Nativitas, Santa Cruz y San Gregorio respondían a la emergencia, tuvieron que lidiar con la falta de energía eléctrica para el bombeo de agua(4) y múltiples fugas que provocaron la escasez del líquido(5).
Los periódicos cuantificaron 3.3 millones de personas afectadas por la falta de agua en toda la Ciudad después del sismo(6), de ellas, 1.5 millones de personas viven en Iztapalapa(7). Lo que contrasta con las cifras oficiales del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), que indicaron que sólo 2.3 millones de personas se quedaron sin el servicio entre el 19 y el 20 de septiembre(8). Lo cierto es que a más de un mes sigue habiendo colonias sin suministro del líquido, y muchas de éstas no tenían agua antes del sismo.
Si el problema del agua no es nuevo ¿qué está pasando?
La escasez del agua en la Ciudad de México es el resultado de un modelo de gestión de agua nacional que es injusto e insostenible, puesto que mantiene a 9.9 millones de personas sin acceso al agua. Después del sismo del 19 de septiembre el tema se volvió a poner sobre la mesa: si no atendemos la desigualdad que prevalece, ante un acontecimiento de esta índole, la crisis se continuará profundizando.
Hoy es un buen momento para transformar el paradigma respecto al manejo del agua tanto en la Ciudad como en el país. Una distribución equitativa del agua y una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones de los bienes hídricos coadyuvarán a combatir la desigualdad en el acceso así como a favorecer su conservación y cuidado.
Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor o autora y no necesariamente reflejan la postura oficial de Oxfam México
1) http://www.proceso.com.mx/ http://www.excelsior.com.mx/comunidad/ http://www.radioformula.com.mx/ (3) http://noticieros.televisa.com (4)http://www.jornada.unam.mx/ http://www.milenio.com/ (6)https://www.publimetro.com.mx (7) http://www.sinembargo.mx/27-09-2017/3316700 (8) http://www.jornada.unam.mx/ultimas