En Oxfam México llamamos “bienes comunes naturales” (BCN) al agua, la tierra, los bosques, los minerales, etcétera; porque se trata de elementos provenientes de la naturaleza que no deben tener dueño, sino que deben ser aprovechados por todas las personas de manera equitativa y sustentable. Es un aprendizaje que debemos a las organizaciones, pueblos y comunidades indígenas y campesinas con las cuales trabajamos.

Sin embargo, la realidad es que hay comunidades indígenas que no tienen acceso a los BCN mientras grandes industrias los explotan a su conveniencia. Esta desigualdad es resultado de la captura política -élites económicas que dan prioridad a intereses económicos privados-, la limitada participación de sectores marginados de la población y la falta de voluntad política para reducir la brecha entre quienes concentran la mayor parte del ingreso y la riqueza, y el resto de las personas.

Hoy cierra el primer proyecto que colocó el acceso equitativo a los BCN como uno de los pilares del trabajo de Oxfam México, pero el reto para el cambio sigue vigente y la temática más actual que nunca.

Pueblos indígenas combatiendo la discriminación: capacidades para la defensa de tierras, territorios y bienes comunes naturales en el estado de Oaxaca, inició actividades en enero de 2015 con el apoyo del programa EuropeAid de la Unión Europea y se implementó en alianza con organizaciones de la sociedad civil locales.

Nuestro objetivo fundamental fue fortalecer a los pueblos y comunidades indígenas que luchan por sus derechos territoriales en Oaxaca, y lo hicimos a través de las siguientes acciones.

A nivel estatal, impulsamos la campaña ¿Qué pasó con mis derechos? para promover la aprobación de la Reforma Constitucional sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y Afromexicano de Oaxaca. En alianza con la Asamblea Mixe para el Desarrollo Sostenible, convocamos a un foro masivo para promover la reforma, realizamos talleres y otras iniciativas de capacitación en derechos de los pueblos indígenas y la defensa del territorio en 12 comunidades, y la campaña culminó con la entrega de una petición popular con más de 8 mil firmas al Congreso de Oaxaca.

Aunque no logramos la aprobación de la reforma en su totalidad, influimos en otras modificaciones constitucionales y en leyes secundarias relacionadas con los derechos de los pueblos indígenas y afromexicano. Un ejemplo de eso, fue la creación de la Sala de Justicia Indígena, una instancia especializada en garantizar los derechos de los pueblos indígenas.

En la Sierra Sur, con Tequio Jurídico, apoyamos a la recién creada Asamblea del Pueblo Chontal en su labor de coordinación de las comunidades indígenas de la zona frente a las concesiones mineras que amenazan sus tierras. Para mejorar la comunicación entre las comunidades, dada la ausencia de señal celular, instalamos un sistema de radios portátiles y una antena que cubre buena parte de la región.

En los Valles Centrales, con el Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto, apoyamos la iniciativa para el uso y manejo comunitario del agua de 16 comunidades zapotecas de la Coordinadora de Pueblos Unidos por el Cuidado y Defensa del Agua (COPUDA), haciendo incidencia con las autoridades federales para que se escuche y cumpla su voluntad en el proceso de consulta indígena que se lleva a cabo en la región.

Como parte del proyecto, también organizamos el Foro Internacional “Consulta, consentimiento previo, libre e informado y autodeterminación – Perspectivas críticas sobre leyes y mecanismos de implementación” en el cual participaron delegaciones de Bolivia, Colombia, Dinamarca, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Holanda, Honduras, México, Nicaragua y Perú.

El 14 de mayo cerramos este proyecto, pero continúa nuestro compromiso como organización con el acceso equitativo a los BCN. Tenemos en el tintero investigaciones y estudios que publicaremos pronto y ya trabajamos en proyectos sobre desigualdad en el acceso al agua, derechos humanos y empresas e industrias extractivas en Oaxaca y a nivel nacional.

Seguimos.

Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor o autora y no necesariamente reflejan la postura oficial de Oxfam México