La presión de ser la “super mamá” ha aumentado en el confinamiento por COVID-19: tienes que cumplir con tus obligaciones laborales, mantener la casa ordenada, cuidar a tus hijas o hijos que demandan atención 24 horas 7 días de la semana, además debes asegurar el cumplimiento del plan escolar, llevar en los hombros la carga mental de la salud de la familia y la lista sigue creciendo. La presión institucional y social por cumplir con tus “deberes de buena madre” están por cualquier lado que voltees.

Seguramente tienes colegas super productivos o productivas que además de cumplir con sus ocho o 10 horas de homeoffice al día, pasan sus noches y fines de semana tomando cursos online, practicando nuevas posiciones de yoga, cuidando plantas; preparando sushi, sashimi y yakimeshi; o probándose como chefs con recetas gourmet de todo el mundo. También están quienes ya vieron todo el contenido interesante en las múltiples plataformas de entretenimiento en línea y quienes se quejan del aburrimiento por el encierro.

La realidad de las mamás en el confinamiento es muy diferente. No te aburres, no te inscribes a cursos online y no haces ejercicio porque no tienes tiempo libre, pero esto de ninguna manera significa que no eres productiva.

Preparas alimentos de tres a cinco veces al día para varias bocas, aunque no hayas probado una receta nueva ni hayas horneado panque de plátano. Tal vez incluso optaste por hacer hot dogs o por pedir pizza y dejaste a tus niñas y niños comer pan con crema de avellana para el desayuno y para la cena. ¡No pasa nada!

La presión institucional y social por cumplir con tus “deberes de buena madre” están por cualquier lado que voltees.

Tuviste cinco horas de teleconferencia, recibiste y leíste 100 correos electrónicos, tuviste cinco conversiones por Skype, cinco por Microsoft Teams y otras cinco por WhatsApp. Y entre todo esto, te hiciste espacio para atender la videollamada del hijo de primaria, cambiar pañales o servir leche cinco veces…y mientras tanto, el arroz se quemó. ¡No pasa nada!

La educación de niñas y niños no es un tema insignificante. Seguramente todas las mamás están de acuerdo en la importancia que tiene en el desarrollo de los pequeñines, pero ser la encargada durante el confinamiento de todo el currículo escolar es una gran responsabilidad.

Dirán que cómo es posible que una no pueda con la educación de uno, dos o tres niños si las maestras tienen salones con más de 20 estudiantes. Sí, pero las maestras no solamente tienen un título como educadoras, también tienen la infraestructura adecuada y se dedican profesionalmente a esto.

La realidad de las mamás en el confinamiento es muy diferente. No te aburres, no te inscribes a cursos online y no haces ejercicio porque no tienes tiempo libre, pero esto de ninguna manera significa que no eres productiva.

Si tú te dedicas a las labores domésticas, a tu labor profesional y encima al trabajo de maestra, estás intentando hacer tres trabajos de tiempo completo simultáneamente ¡en medio de una pandemia! Así que no te presiones por cumplir con las 11 tareas del día, los videos, las evidencias y las evaluaciones; si al final logras avanzar una tercera parte de lo que espera la SEP, ¡no pasa nada!

Tal vez compartes estas responsabilidades con tu pareja, pero tal vez tu pareja sigue saliendo todos los días a trabajar y tú te quedas sola en casa; o tal vez eres mamá soltera. Entonces no, no te sientas mal por no cumplir con los estándares de productividad según las escuelas de tus hijos e hijas, o según la dinámica de tu trabajo.

No añadas a tu carga mental la presión de seguir como si no pasara nada. Empieza por reconocer que el trabajo de cuidado es agotador, es muy valioso y pocas veces es reconocido.

Estás cuidando de tu familia en un momento difícil para México y para el mundo. Les amas con todo tu corazón y haces tu mejor esfuerzo para sobrellevar la situación. Así que no importa cómo sean tus días, lo estás haciendo muy bien.

Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor o autora y no necesariamente reflejan la postura oficial de Oxfam México

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