“Agua de manera suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible”, 6 años han pasado desde que se ratificó el derecho humano al agua y saneamiento en México. ¿Y qué se ha logrado?
Actualmente hay 9.9 millones de personas en México que no tienen acceso al agua en sus viviendas, mientras que 70% de habitantes en la Ciudad de México, una de las más grandes del mundo, reciben menos de 12 horas de agua continua al día. En las localidades rurales la brecha se vuelve más grande, específicamente en comunidades indígenas.
¿Y qué pasa cuando las mujeres son quienes cargan la responsabilidad de conseguir agua para los hogares? Ellas pierden la oportunidad de ir a la escuela, tener un trabajo remunerado y realizar otras actividades de su elección porque ocupan ese tiempo en desplazarse para acarrear agua o en esperar a que lleguen las pipas.
A lo largo del país se pueden atestiguar diversos conflictos por el agua debido a la poca cantidad, mala calidad, tarifas elevadas, intimidación y abuso de poder. Y por otro lado está la élite mexicana que no conoce la escasez, y que usa y desperdicia el agua sin control. Es tal su influencia, que han capturado los espacios para la toma de decisiones del sector hídrico en beneficio propio o de sus allegados. El gobierno mexicano ha realizado modificaciones a decretos de vedas y al modelo de concesiones, favoreciendo sólo a estos sectores privilegiados y dejando en una situación de desventaja a millones de personas cuyas carencias no han sido atendidas.
Para el 2030 se pronostica que la demanda de agua a nivel global incremente en un 40% de acuerdo a las proyecciones de Naciones Unidas. Estamos a 12 años y México no se está preparando. Las condiciones políticas, financieras y presupuestarias del sector hídrico van en deterioró; sólo en 2017, el presupuesto para CONAGUA se recortó en 37%. Nos encontramos en una situación crítica, el modelo injusto de gestión de agua y saneamiento en México subsiste, puesto que no ha sido una de las prioridades del estado mexicano.
Estamos a un mes de que inicie un nuevo gobierno, es relevante reflexionar sobre cuáles son los desafíos que enfrentamos en el manejo del agua: la desigualdad en el acceso, quiénes toman las decisiones y quienes se benefician, cuáles son los compromisos del estado mexicano para garantizar este derecho y cuáles, las exigencias de justicia de las personas; la importancia de las mujeres como agentes de cambio y el reconocimiento de alternativas al modelo actual. Queremos abordar estos temas en un espacio incluyente donde se fomente el diálogo e intercambio de propuestas basado en la igualdad, respeto y diversidad.
Es por ello que Oxfam México en conjunto con organizaciones aliadas, organizamos el foro Agenda y Desafíos de la Gestión del Agua en México, a realizarse del 25 al 27 de octubre del 2018. Para construir puntos en común para un acceso equitativo al agua que sirvan como base para contrarrestar el poder que ejercen cierto grupos privilegiados y encontrar alternativas para combatir la desigualdad en el acceso al agua y saneamiento.
Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor o autora y no necesariamente reflejan la postura oficial de Oxfam México