Para este texto tomo prestadas las palabras de hombres y mujeres que habitan en la región del volcán Popocatépetl, una de las más afectadas por el sismo del 19S.
En el tiempo que llevo trabajando en San Miguel Tecuanipa, San Antonio Alpanocan y Santa Cruz Cuautomatitla, localidades pertenecientes al municipio de Tochimilco, Puebla, he escuchado en repetidas ocasiones la siguiente frase: “antes nadie venía por acá, el sismo nos puso en el mapa”.
Esas palabras, para mí, son sumamente potentes y las tengo siempre presentes en el trabajo con las comunidades, porque me invitan a pensar otras geografías y contextos, salir de la lógica centralizada que hace tanta falta al trabajar con sus habitantes, tomar en cuenta su voz, su historia –y aunque pareciera obvio- sus necesidades. Pero sobretodo, la fuerza de esas palabras radica en evidenciar la deuda histórica que tienen los gobiernos con las comunidades, que por años han permanecido en el olvido y abandono.
Para las y los vecinos de San Miguel Tecuanipa, San Antonio Alpanocan y Santa Cruz Cuautomatitla de las autoridades solo han recibido sexenio tras sexenio promesas incumplidas e innumerables documentos que han sido ignorados, donde se solicita la mejora de los servicios de salud, rutas de evacuación y caminos. El sismo no fue una excepción.
El abandono por parte del gobierno hacia la población de estas localidades es una forma de violencia institucional que sigue perpetuando la pobreza y las condiciones de desigualdad en las que viven. Cabe mencionar que, de las 112 comunidades afectadas por el sismo del 19S en Puebla y declaradas en emergencia extraordinaria, la mayoría presenta un alto grado de marginación, de acuerdo con datos del CONEVAL. Los tres lugares mencionados forman parte de esta estadística.
Lo anterior potencializa que las comunidades sean más vulnerables frente a un riesgo de desastre como un sismo, un deslave o una latente erupción volcánica.
Lo que quiero rescatar en este texto es la lucha de las comunidades por no hacer del abandono, una vez más, parte de su vida cotidiana y de su historia. Por eso la frase inicial, “el sismo nos puso en el mapa” va más allá del 19 de septiembre. Es reconocer la violación sistemática a los derechos de las comunidades antes y después de ese día. Es una lucha contra el olvido y el abandono. En el tiempo que llevo trabajando con mujeres, hombres y jóvenes de la comunidad me han enseñado que nuestra voz es una herramienta poderosa contra el olvido. Y para mí, esa es una gran victoria.
Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor o autora y no necesariamente reflejan la postura oficial de Oxfam México