Hoy, 25 de noviembre, es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y en Oxfam México queremos aprovechar la ocasión para recordar, que si bien hemos avanzado mucho, ejemplos como el anterior hacen evidente que aún queda bastante trabajo por hacer para alcanzar una verdadera equidad de género.
En nuestro combate a la desigualdad, somos conscientes de que hay un estrecho vínculo entre la desigualdad de género y la desigualdad económica. En este vínculo, nos encontramos con un universo de posibilidades de abuso y una de las formas más comunes es la violencia ejercida contra las mujeres y niñas. Sin embargo, pese a que usualmente pensamos que hablar de violencia hacia las mujeres es hablar sólo de golpes, y aunque la prevalencia de la violencia física y sexual contra las mujeres es ampliamente reconocida, existen otras formas de violencia estructural – menos visibles pero igualmente presentes – como la violencia económica.
La violencia económica se manifiesta a través de limitar los ingresos de las mujeres, otorgar salarios menores por la misma labor, y dejar toda la carga del trabajo de cuidado de niños, ancianos y otros miembros de la familia a las mujeres sin remunerarlas y sin crear el acceso a servicios públicos adecuados que les permitirían un desenvolvimiento profesional equitativo.
“La violencia económica se manifiesta a través de limitar los ingresos de las mujeres, otorgar salarios menores por la misma labor, y dejar toda la carga del trabajo de cuidado de niños, ancianos y otros miembros de la familia a las mujeres sin remunerarlas…”
La violencia económica está estrechamente ligada a la lucha contra la desigualdad porque tiene que ver con quién tiene el control del dinero y de los recursos económicos, o de su acceso y distribución.
Cuando los roles de género afectan el control y acceso a los recursos y reducen la capacidad de las mujeres para actuar y tomar decisiones, se incrementa su vulnerabilidad a la violencia, incrementando la brecha de desigualdad de género y económica.
Desde Oxfam México pretendemos visibilizar esta relación entre la desigualdad y violencia económica, que también afecta directamente la independencia de las mujeres, su participación en la esfera económica y sus oportunidades de acceso a trabajos más dignos.