12Mexicanxs ha sido un proceso constituido y constituyente de colaboración entre una diversidad de voces, dentro de la comunidad y entre organizaciones. Más manos y mentes han sumado no solo en cantidad si no en diversidad de pensamiento y de miradas, lo cual ha enriquecido procesos participativos para generar soluciones incluyentes.
Y es que trabajar en alianza va más allá de lograr resultados, ha implicado dinámicas particulares, como el respeto mutuo, escuchar y ser escuchada, construir un lenguaje compartido, dedicarle tiempo para imaginar juntxs y discutir cómo esto se traduce en una implementación responsable y adaptativa, etc. Es decir, involucra sí, trabajo entre instituciones, pero sobretodo relaciones entre personas.
Y entre todo, entre tanto, no creo haber comunicado lo suficiente lo afortunada que me siento de trabajar con personas que me inspiran diariamente, no solo por la calidad de su trabajo y su compromiso, si no, quizá sobretodo, por su humanidad y su humor—que no dejan de ser los mejores antídotos ante ciertas realidades mexicanas. Gracias.
Trabajando en este proyecto he confirmado una intuición de tiempo atrás: el México que yo quiero, al que le apuesto con mi trabajo, ya existe. Existe en toda la banda que por años ha trabajado para aportar, tanto construyendo como defendiendo cuando ha sido necesario. Es decir, aquellas personas que normalmente no figuran por nombre y apellido en los libros de historia aún cuando son parte fundamental de su construcción.
¿Tanto así? Sí. Estoy muy lejos de estar romantizando.
En Chiapas trabajo con la Alianza por la Salud, Alimentación y Nutrición (ASAN), la cual está constituida por múltiples organizaciones, a su vez conformadas por muchas personas comprometidas con asegurar el bienestar de las personas en Chiapas y sus comunidades. Asimismo, colaboro con el equipo de acceso a la información de Artículo 19, que trabaja para hacer de éste un mejor país, una solicitud de información a la vez.
En Yucatán, trabajo con Kóokay, un grupo de feministas ambientalistas que promueven con acciones puntuales de investigación e incidencia, una sociedad incluyente y consciente. Asimismo, colaboro con Aid to Artisans (ATA), una organización que trabaja con artesanxs para, a través del diseño y la apertura de mercados, asegurarse de que el precio que se paga por sus productos refleje su alto valor.
Más allá, también han aportando directa o indirectamente un sinfín de personas (antropólogas, fotógrafas, traductoras y voluntarias) quienes han sido extremadamente generosas con su tiempo y conocimiento. Por último, pero no menos importante, colegas en Oxfam México que sueñan tan grande como lo que trabajan para despertar a esa realidad. Gracias.
No hay nada más revolucionario y poderoso que personas conscientes y organizadas trabajando juntas. Sigue habiendo mucho por hacer, pero saberme tan bien acompañada me llena de esperanza y energía para continuar trabajando por ese México para todxs.
Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor o autora y no necesariamente reflejan la postura oficial de Oxfam México