En Oxfam México usamos lenguaje incluyente y no sexista para cuestionar el discurso ligado al poder y transformarlo. Sí, quien habla ejerce el poder de la palabra. El poder crea discursos, se manifiesta y se constituye a través de ellos.
Así que para romper las estructuras de poder injustas que mantienen la desigualdad, debemos empezar por nombrar a las personas que son invisibilizadas y discurso abierto al punto de vista de las demás personas.
Además de invisibilizar a grupos de personas, el lenguaje también puede estigmatizar, reforzar las desigualdades y revictimizar, por eso debemos procurar:
1. La observación sin juicio. Separar lo que vemos de lo que pensamos
2. Reconocer lo que sentimos en relación a lo que vemos y lo que observamos
3. Identificar qué necesidades cubiertas o no cubiertas hay detrás de estos sentimientos
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Manual de lenguaje incluyente y no sexista