La juventud mexicana representa un 31.4 por ciento de la población total y es un sector que enfrenta altos grados de marginación en diferentes sectores como el acceso a educación superior, ocupación formal, servicios de salud, entre otros tantos servicios públicos que limitan las oportunidades de participación social y en muchos casos estas problemáticas afectan de manera diferenciada a hombres y mujeres.
De acuerdo con el INEGI, de los 37.5 millones de jóvenes que viven en México, sólo 15 millones tienen acceso a un empleo y el 60.6% de este total, lo tiene a través de la vía informal. Por otro lado, la UNESCO reporta que 74.2% de jóvenes de 20 a 24 y 92.5% de quienes tienen entre 25 a 29 años, no accede a instituciones educativas de nivel superior. México es el país de la OCDE donde menos jóvenes van a la universidad.
Ante la magnitud de las problemáticas y emergencias que atraviesa nuestro país es momento de cuestionarnos, ¿cómo estamos respondiendo desde la juventud a las carencias sociales que vivimos?, ¿cómo estamos contribuyendo con la información para promover y construir soluciones participativas que reduzcan las desigualdades e injusticias que vive la ciudadanía mexicana?
Desde el proyecto Acceso Equitativo al Agua de Oxfam México, estamos convencidos que desde el acceso a la información pública contribuimos a impulsar la toma de decisiones de manera colaborativa para favorecer el bienestar de la ciudadanía. El acceso a la información es un derecho, de ahí la importancia de la rendición de cuentas y la transparencia.
Bajo esta premisa y con el fin de buscar soluciones creadas desde la juventud, surge el Laboratorio de Activismo Digital (OXLAD) como un espacio para que jóvenes representantes de cada una de las entidades federativas debatan acerca de la problemática de la desigualdad en el acceso al agua en el país.
Durante el segundo encuentro que hemos llamado “Por debajo del agua ¡NADA!”, los jóvenes obtendrán herramientas sobre transparencia y rendición de cuentas en el tema del agua para que juntos construyamos propuestas que, a mediano plazo, permitan incidir en prácticas indebidas que vulneran el derecho humano al agua y al saneamiento.
Hoy las y los jóvenes estamos demostrando que es necesario involucrarnos y participar en iniciativas que nos permitan cambiar las reglas para reducir las grandes brechas de desigualdad, para ello es necesario seguir creando espacios como OXLAD, donde las y los jóvenes construimos un camino para favorecer a todas y todos por igual.
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