«Nada traduce toda la tempestad de mi alma”
Minerva Mirabal
Llega de nuevo el 25 de noviembre, día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, y seguimos de pie en la arena. De antemano reconocemos la labor de las miles de defensoras y pensadoras, de activistas y lideresas, de enseñantes y cuidadoras, de artistas y trabajadoras que nos han dado razón y espíritu de lucha. Tomamos inspiración de su entrega para reafirmar nuestra calidad de movimiento comprometido con la justicia de género.
¿Por qué marchamos?
Tres hermanas en República Dominicana construyeron un legado de activismo y resistencia política, denunciando a una dictadura que por 31 años suspendió libertades civiles y derechos a costos humanos muy altos. Minerva, Patria y María Teresa Mirabal fueron cruelmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por oponerse a Rafael Trujillo y levantar un reclamo político hacia la vida libre de violencia.
Días antes del asesinato, Minerva declaró «si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte». En Latinoamérica, el 25 de noviembre se conmemora desde los años 80 por feministas y sociedad civil con una fuerte denuncia al abuso de poder, el acoso y la violencia que viven las mujeres por parte de los Estados. Es por eso que salimos a marchar: nosotras somos los brazos de las Mirabal y venimos a fortalecer la misma lucha histórica.
¿Para qué salir a gritar si todo sigue igual?
El Estado tiene una responsabilidad positiva para garantizar los derechos de todxs sus ciudadanxs y, sin embargo, vivimos una dura y prolongada batalla por el derecho a una vida libre de violencia. La raya en la arena retrocede conforme a la debilidad de las agendas de nuestros representantes; y avanza sólo a través del fuerte y constante empuje de la sociedad civil por políticas incluyentes, representación justa, derechos irrevocables y acciones corresponsables. Ésta es la consigna y la gritamos para reclamar la indiferente memoria de nuestra clase política.
La ONU convirtió el 25N en una fecha internacional en 1999 y aunque la causa ha ganado reconocimiento, la violencia contra mujeres y niñas continúa en México y Latinoamérica. Las Mirabal vivían una violencia estructural que, como a 8 de cada 10 mujeres en México, nos hace sentir inseguras en nuestro propio país, ¿por qué?
Porque en este país, siete de las que salimos de casa por la mañana no regresamos con vida en la noche. Porque 2.6 millones de nosotras hemos sido degradadas con el insulto de ‘las mujeres no deberían estudiar’[1].Porque las que podemos trabajamos, pero 62% sin remuneración, y seguimos haciendo el 80% de la labor de cuidado[2]. Porque antes de ser mujeres en nuestro propio derecho, nos dicen que debemos ser hijas, esposas o abuelas de alguien más[3]. Porque seguimos peleando por participación en la vida política mayor al 14% a nivel municipal, o a las siete gobernadoras que hemos tenido, y por una presidencia que nunca hemos liderado. Porque cuando defendemos la comunidad, la vida o nuestros derechos somos brutalizadas y calificadas como ‘criminales’[4]. Porque nuestros cuerpos piden autonomía y dignidad – pero se coloca a debate nacional el cómo y cuándo hacer uso público de nuestro sistema reproductivo, a costo de nuestra salud y vida[5].
¿Por qué tomamos el espacio público?
A las mujeres nos ‘ceden’ el espacio doméstico. Nos ‘han hecho’ reinas de su corazón y de su cocina. Nos ‘dejan’ ocupar espacio público siempre y cuando sea poco (tengan su equipo femenil de fut, igual que a nadie le importa); de manera modesta (tampoco se vistan provocativamente, que distraen); sin provocar a nadie (mejor hazle pensar que es su idea, para no antagonizar); sin causar revuelo (es que intimidas, tu sinceridad es agresiva). Nuestra comunidad, nuestra economía y los valores que las sostienen nos disminuyen en cada instancia.
Tomar las calles -una, en realidad- el 25N -sólo unas horas- implica romper con la rutina, las estructuras y las prácticas que normalizan la violencia de todos los días. Nos sumamos a esta disrupción y aprovechamos la pausa para reflexionar sobre cómo en nuestro día a día toleramos y contribuímos a las violencias: diciendo que lo urgente sobrepasa lo importante, riéndonos de chistes machistas porque es ‘cultural’, humillando a las víctimas por ‘haberse puesto en riesgo’, silenciando a las que hablan verdad para incomodarnos, pregonando que es mejor agachar la cabeza que reclamar justicia.
En vez de ‘ceder’ el espacio público, reconozcamos la importancia de que todxs tengamos libre acceso a él, y el valor de contar con tantas voces en libre ejercicio de pensamiento y capacidad.
¿Qué tiene que ver Oxfam con todo esto?
Oxfam es un movimiento global que busca eliminar la desigualdad – y la desigualdad no sólo es económica, sino de género también. Todos los días ejercemos y participamos en dinámicas de poder desiguales y la de género relega a mujeres y niñas, así como a la personas LGBTIQ, a la violencia de otrxs. Más aún, la discriminación sistemática contra mujeres y niñas es causa y consecuencia de la desigualdad económica que nos ocupa a todxs. La columnista Lindy West lo explica de manera simple y contundente: negarle a las personas acceso a su propio valor es una forma insidiosa de violencia, una que nuestra cultura ejercita de manera agresiva y liberal para mantener a grupos marginados callados y disminuidos (Shrill, 2016).
Este 25N Oxfam México reafirma su compromiso con la justicia de género, dirigiendo nuestro actuar hacia las áreas donde sabemos que podemos lograr transformaciones, de la mano de ustedes nuestrxs aliadxs:
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Retando actitudes hacia los roles y expectativas de género, dando lugar a vidas plenas, dignas y solidarias para las personas – denunciando la violencia contra mujeres, niñas y personas LGBTIQ ,y su invisibilización en procesos de toma de decisión.
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Reclamando cambios a prácticas que generan y mantienen desigualdades de género, como la labor de cuidados no remunerada y la marginalización de mujeres a sectores económicos precarios.
Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor o autora y no necesariamente reflejan la postura oficial de Oxfam México
[1] ENDIREH 2016
[2] https://www.weforum.org/reports/the-global-gender-gap-report-2017
[3]http://insad.com.mx/site/wp-content/uploads/2017/08/Informe-sobre-Uniones-Tempranas-en-Mexico_2017.pdf
[4]http://im-defensoras.org/2017/03/informe-agresiones-contra-defensoras-de-derechos-humanos-en-mexico-diagnostico-nacional/
[5] http://www.animalpolitico.com/2017/10/diputados-objecion-conciencia-medicos/