En México, los flujos migratorios son de carácter mixto: esto quiere decir que, además de las personas migrantes que están en tránsito, también hay personas con necesidades de protección internacional, así como quienes se desplazan internamente de manera forzada y personas mexicanas que regresan deportadas de otro país, principalmente de Estados Unidos.
Toda persona extranjera que se encuentre en territorio mexicano tiene derecho a solicitar refugio si su vida se encuentra en peligro.
Tras los cambios políticos en la región y el endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos, las solicitudes de refugio en México se han acelerado desde 2016.