Ricardo Funtes-Nieva, Director Ejecutivo de Oxfam México, afirma que “Con este nuevo informe damos a conocer que en América Latina y el Caribe (ALC), el 1% más rico de la población posee el 41% de la riqueza. Y de mantenerse esta tendencia, en tan solo ocho años, el 1% acaparará más riqueza que el 99% de la población restantei, contribuyendo así a un aumento exponencial del número de personas pobres en la región”.

Con este reporte, la organización internacional hace un llamado a los gobiernos de la región, para que la reducción de las desigualdades -económicas, sociales y de poder- sean una prioridad política en esta región, la más desigual de todo el planeta en el reparto de ingresos y tierras. Precisamente, esta semana se han reunido los líderes mundiales, entre ellos el Presidente de México, en la Cumbre de Desarrollo Sostenible en Nueva York, E.E.U.U, donde prometieron erradicar la pobreza extrema y luchar contra la desigualdad para el año 2030.

“Esta promesa es imposible de cumplir sin políticas que ataquen la desigualdad extrema y que permitan a los más pobres beneficiarse más del crecimiento económico; priorizando la inversión en la salud pública y la educación; garantizando salarios dignos y revisando las políticas fiscales”, comenta el nuevo Director Ejecutivo de Oxfam México.

Asimismo y en relación con los compromisos hechos por el gobierno mexicano en la Asamblea General de la ONU, con “la ley, los Derechos Humanos y la paz”, Fuentes-Nieva señala que:

“México está pasando por un momento muy complicado. Tiene problemas de estabilidad social con tanta delincuencia, violencia y desapariciones que ocurren en todo el país. Esto está relacionado claramente con una ausencia del Estado de Derecho, que es muy débil y se ha estado debilitando en los últimos años. El desafío es muy grande; por lo que se tendrán que replantear las prioridades. El crecimiento económico es importante, pero es crucial enfocarse en los objetivos sobre desigualdad; justicia, seguridad y Estado de Derecho, de la Agenda 2030, porque sin una sociedad incluyente y en la que se respeten

los derechos humanos, es imposible avanzar hacia todas las demás metas globales y sacar al país de la situación crítica en la que está.”

En junio de 2015, Oxfam México presentó el informe “Desigualdad extrema. Concentración del poder económico y político” en el que se alertaba ya sobre las consecuencias de la alta concentración de riqueza en la democracia y el Estado de Derecho. “La concentración de riqueza va unida a la concentración del poder. Esto está produciendo un ‘secuestro de la democracia’, en el que los Estados dejan de estar al servicio de las necesidades de la ciudadanía”, agrega Fuentes-Nieva